miércoles, 25 de enero de 2012

'La bola de cristal', de Stephen King

 La bola de cristal. Wizard and Glass. Stephen King. 1997


La bola de cristal es la cuarta novela de la serie de fantasía "La torre oscura", creada por el famoso autor norteamericano Stephen King. A esta novela le anteceden El pistolero, La invocación y Las tierras baldías.


Me voy a robar la sinopsis que viene en este libro, porque explica muy bien todo el argumento de la serie.

Spoilers: Se relatan muchos detalles importantes de los libros anteriores, si no deseas conocer el argumento, pasa directamente a los comentarios para descargar el libro.

La bola de cristal es el cuarto volumen de un extenso relato inspirado en el poema narrativo de Robert Browning Childe Roland a la Torre Oscura llegó.

Las tierras baldías, el tercer volumen de la serie, se inicia con dicha paradoja. Después de matar a un oso gigantesco llamado Mir (por las viejas gentes que le profesaban temor) o Shardik (por los Grandes Antiguos que lo crearon... puesto que el oso resulta ser un ciborg), Rolando, Eddie y Susannah vuelven sobre los pasos de la bestia y descubren el Camino del Haz. Existen seis haces de este tipo que discurren entre los doce portales que jalonean los límites del Mundo Medio. En el punto en el que los haces se entrecruzan -en el centro del mundo de Rolando, y quizá de todos los mundos-, el pistolero piensa que él y sus amigos hallarán por fin la Torre Oscura.

A estas alturas, Eddie y Susannah no son ya prisioneros en el mundo de Rolando. Enamorados y en vías de convertirse ellos mismos en pistoleros, participan en la búsqueda y siguen de buena gana a Rolando por el Camino del Haz. En un círculo parlante, no lejos del Pórtico del Oso, el tiempo se recompone, la paradoja se resuelve, y la auténtica tercera figura es invocada por fin. Jake entra de nuevo en el Mundo Medio al concluir un peligroso rito en el que los cuatro -Jake, Eddie, Susannah y Rolando- recuerdan los rostros de sus padres y se absuelven a sí mismos honorablemente. No mucho después, el cuarteto se convierte en quinteto cuando Jake hace amistad con un brambo. Los brambos, cuyo aspecto es un híbrido de tejón, mapache y perro, poseen una capacidad de habla limitada. Jake bautiza a su nuevo amigo con el nombre de Acho.

La senda de los peregrinos les conduce a Lud, un vasto erial urbano donde los degenerados supervivientes de dos antiguas facciones, los pubis y los grises, mantienen vivos los rescoldos de un antiguo conflicto. Antes de llegar a la ciudad, se detienen en Paso del Río, donde aún quedan algunos viejos residentes. Éstos ven en Rolando un vestigio de los viejos días, cuando el mundo todavía no se había movido, y lo honran a él y a sus amigos. Más tarde, los ancianos les hablan de un tren monorraíl que tal vez aún circule desde Lud a las tierras baldías, por el Camino del Haz hasta la Torre Oscura.

Jake se siente aterrorizado por estas noticias, pero no sorprendido. Antes de ser invocado desde Nueva York, obtuvo dos libros en una librería propiedad de un individuo con el inquietante nombre de Calvin Tower. Uno es un libro de adivinanzas con la lista de respuestas arrancada. El otro, titulado Charlie el Chu-Chú, es un libro infantil que trata de un tren. Un cuentecito gracioso, diría casi todo el mundo. Pero para Jake hay algo en Charlie que no resulta nada gracioso. Algo aterrador. Rolando sabe algo más: en la Alta Lengua de su mundo, la palabra char significa muerte.

Tía Talitha, matriarca de los habitantes de Paso del Río, le entrega a Rolando una cruz de plata, y los viajeros prosiguen su camino. Antes de llegar a Lud, descubren un avión estrellado de nuestro mundo... un caza de combate alemán de los años treinta. Atascado en la cabina se halla el cadáver momificado de un gigante, casi con toda seguridad el mítico forajido David Quick.

Al atravesar el desvencijado puente que se extiende sobre el río Send, Jake y Acho están a punto de perecer en un accidente. Mientras Rolando, Eddie y Susannah están distraídos, un forajido moribundo (y muy peligroso) llamado el Chirlas tiende una emboscada al grupo. Chirlas secuestra a Jake y lo conduce bajo tierra ante la presencia del señor Tic-Tac, último líder de los grises. Tic-Tac se llama en realidad Andrew Quick, y es bisnieto del piloto que murió al intentar aterrizar con un avión de otro mundo.

Mientras Rolando (ayudado por Acho) emprende la búsqueda de Jake, Eddie y Susannah encuentran la Cuna de Lud, donde Blaine el Mono despierta. Blaine es la última herramienta de la superficie perteneciente al inmenso sistema de ordenadores alojados bajo la ciudad de Lud, y le queda un único interés: las adivinanzas. Promete llevar a los viajeros a la última parada del monorraíl si consiguen resolver una adivinanza planteada por él. De lo contrario, manifiesta Blaine, el único viaje que harán será hacia el lugar donde el camino termina en el claro... en otras palabras, hacia la muerte. En ese caso, tendrán abundante compañía, pues Blaine planea descargar grandes cantidades de gas nervioso que aniquilará a todos cuantos quedan en Lud: pubis, grises y pistoleros por igual.

Rolando rescata a Jake, dando al señor Tic-Tac por muerto... pero Andrew Quick sigue vivo. Medio ciego, horriblemente herido en el rostro, es rescatado por un hombre que se hace llamar Richard Fannin. Sin embargo Fannin también se identifica como el Extraño Sin Edad, un demonio contra el que Walter había prevenido a Rolando.

Rolando y Jake se reúnen con Eddie y Susannah en la Cuna de Lud, y Susannah -con ayuda de la «zorra» Detta Walker- logra resolver la adivinanza de Blaine. Obtienen así el acceso al mono, desoyendo por necesidad las terribles advertencias de la mente secundaria de Blaine, cuerda pero gravemente debilitada (Eddie llama a esta voz «Pequeño Blaine»), sólo para descubrir que Blaine pretende suicidarse con ellos a bordo. El hecho de que la mente actual que dirige el mono exista en ordenadores que cada vez quedan más y más atrás, bajo una ciudad que se ha convertido en un matadero, no entrañará diferencia alguna cuando la bala rosada descarrile en algún punto de la vía a una velocidad superior a los mil trescientos kilómetros por hora.

Sólo queda una esperanza de sobrevivir: la afición de Blaine por las adivinanzas. Rolando de Gilead propone un trato desesperado. Con dicho trato termina Las tierras baldías, y con él se inicia La bola de cristal.


Esta cuarta novela de la serie es la mas emocionante y entretenida. Los lectores que no soportan a King en sus obras de horror debería darle una oportunidad en esta obra de fantasía oscura.

La serie de la torre oscura le llevo a King mas de 30 años en acabarla, en ella aparecen los protagonistas de sus otras obras, como el padre Callahan de Salem's Lot, el supervirus del Capitan Crunch de "The Stand", o el propio Randall Flagg como el Extraño sin Edad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Las cosas que perdimos en el fuego, Mariana Enriquez

Está es una colección de once relatos cortos de horror/misterio escritos por la autora argentina Mariana Enríquez. Publicado en Febrero del ...