viernes, 23 de diciembre de 2016

Swift to chase, de Laird Barron

Swift to chase. Laird Barron. 2016


My kind is swift to chase, swift to battle. 
My imperfect memory is long with longing for the fight.


Barron es un autor recurrente en el blog, porque me agrada mucho su acercamiento al horror, un género del cual no me considero un experto, pero como cualquier lector curtido, inmediatamente detecto lo extraordinario de lo rutinario, y considero a Barron como uno de los autores insignia del horror actual. 

Lo cual hace más triste admitir que no hay mucho material traducido al español, tan solo la novela El rito y un par de relatos dispersos en algunas antologías.

En inglés se pueden conseguir 4 antologías de este autor: The imago sequence and other stories, Ocultation and other stories, The beautiful thing that await us all y Swift to Chase.

¿Alguna vez se han preguntado por las películas The thing y Alien funcionan tan bien? Además de su calidad técnica y su casi perfecta mezcla de horror y ciencia ficción lo que les da el empujón de inmersión es el escenario. No hay forma de que los protagonistas puedan escapar de su odisea, el fondo del mar, el vacío del espacio, el frío del ártico funcionan como barreras invisibles para la acción. En el caso de swift to chase es el mortal clima de Alaska, el cual da la pauta para el desarrollo de los relatos.
    
La obra se divide en tres espacios: Los primeros cuatro relatos forman la sección "The Golden Age of Slashing", están protagonizados por Jessica Mace, un dura mujer que recorre la región norte de Estados Unidos, perseguida psicológica y literalmente por un horror que creyó haber dejado atrás, pues fue la única superviviente de una masacre ocurrida durante una fiesta en el poblado de Eagle Talon, en Alaska.

Los relatos de Jessica están bien trabajados, pero no son sobresalientes desde mi punto de vista, pero forman parte de la experimentación de Barron, nos muestra el "after" de los eventos al principio, para después volver a diferentes épocas en las vidas de los personajes en algunos de los otros relatos. Todos son puntos independientes en una hoja formado un tramado, nos corresponde a nosotros unirlos.


La segunda sección es homónima a la antología: De los cuatro relatos los mas sobresalientes para mí fueron Ardor, The worms crawl in y Ears Prick Up. En el relato Ardor, unas personas son enviadas a Alaska a buscar un actor de cine-B perdido, descubren rápidamente los horrores que guarda ese frío lugar. En The worms crawl in, un esposo agredido busca venganza sobre el hombre que sospecha es el amante de su esposa, después de un  giro en la historia las sorpresas comienzan a aparecer a cada pagina. Y en Ears Prick Up, uno de mis favoritos de la colección, un violento y decadente futuro distópico es narrado a través de la simple, pero extrañamente poética, mente aumentada de un perro cyborg. Este relato me hace pensar en lo divertido que sería leer a Barron escribiendo ciencia ficción.


La última parte, Tomahawk,  remata la colección con los relatos más pesados, y explica en gran parte lo que esta pasando, lo que llevaba cocinándose durante décadas en esa región. 


Black Dog es el relato más corto de la antología, una pareja se cita a ciegas en la noche de Halloween, lo que empieza como una agridulce historia de amor termina rápidamente en un final weird digno de David Lynch. Gran parte de las respuestas a las incógnitas generadas por los relatos anteriores son respondidas por los relatos Slave Arm y Tomahawk Park Survivor Raffle. De los cuales prefiero no hacer ningún comentario.


La pregunta mágica es: ¿Disfruté del libro? la respuesta es: como un niño. Y presiento que lo disfrutaría más en una segunda lectura. Barron esta jugando ajedrez mientras los demás autores modernos juegan damas chinas, demanda un nivel superior de involucramiento y una mayor recompensa.


No se engañen, la obra es completamente original, pero solo puedo hablar de ella a través de referencias que otras personas puedan relacionar: Esta el poblado norteamericano tranquilo donde eventos extraños están ocurriendo bajo la superficie, como Twin Peaks, esta el frío, la alienación y los monstruos con cara humana de The Thing de John Carpenter, esta el horror explicito y splatterpunk de David Cronenberg, esa relación amor/miedo hacia la naturaleza de Algernon Blackwood, la paranoia de que hemos llamado la atención de entidades inefables y andan entre nosotros, divirtiéndose con nuestro sufrimiento de H. P. Lovecraft. Pero principalmente esta el sello inimitable que Laird Barron imprime en cada obra, con esas referencias pueden entender porque me emociona.





3 comentarios:

  1. Efectivamente ,leer a Barrón implica que no nos vamos a encontrar con un horror efectista de uso.Ademas demanda sumergirte en su lenguaje y códigos.Leerlo con atención y como dijiste, la recompensa final es muy satisfactoria.

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  2. Me alegara tenerte de vuelta, Maestro Jardineo. Comparto al cien por cien tus palabras sobre Barron, de quién sólo he podido leer El Rito, que me parece soberbia. Gracias, como siempre, por tus reseñas y por tu infalible instinto lector.

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    1. Gracias por tus palabras, Alvaro. Espero que haya más actividad en el 2017.

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