La historia interminable es una novela de fantasía juvenil del autor alemán Michael Ende. Esta obra tiene dos adaptaciones para cine y muchas ediciones en castellano. Existen además algunas ediciones a dos tintas.
La obra inicia con el niño Bastian Baltasar Bux, quien es perseguido por unos bullies y entra a guarecerse en una tienda de libros usados, aquí conoce al señor Koreander, el refunfuñón dueño de la tienda.
Después de un incomodo dialogo, el señor Koreander toma una llamada telefónica en otro cuarto y Bastian observa el libro que el hombre estaba leyendo, La historia interminable, y como si estuviera bajo un hechizo lo roba y escapa corriendo. Agobiado por la culpa, se refugia en el desván del colegio y se propone regresar a casa hasta no haber terminado el libro.
En el libro se narra la historia del reino de Fantasía, y como esté se ve amenazado por La Nada, esté extraño fenómeno provoca la desaparición de regiones completas del reino y una enfermedad mortal en la regidora de Fantasía, la emperatriz infantil.
Para salvar la vida de la emperatriz y el propio reino se ordena mandar llamar al joven guerrero de piel verde, Atreyu, quien viven en el mar de hierba. Bastian se ve involucrado cada vez más en la historia del libro y el destino de Fantasía.
La historia interminable es una de las obras de fantasía juvenil más famosas de todos los tiempos, y ha dejado una profunda huella en todas las personas que tuvieron oportunidad de leerlo.
La película estrenada en 1984 lidia solamente con la mitad de la historia, la segunda película no he tenido oportunidad de verla, aunque tampoco deseo hacerlo.
El libro esta dividido en 26 capítulos, uno por cada letra del abecedario y la primera mitad narra las aventuras de Atreyu y Fujúr, el dragón de la suerte, mientras que la segunda parte describe el involucramiento de Bastian en el libro.
Y es precisamente la segunda mitad la que me impactó más, pues destruye por completo la concepción campbelliana de el viaje del héroe, y termina con un final verdaderamente apoteósico que marco una onda huella en mí, y eso que soy un adulto y tengo centenares de libros sobre mis espaldas, la lección que recibe Bastian es tan simple y elemental que parece obvia pero no lo es, no puedes amar a otras personas si no te amas primero a ti mismo.
Muchos libros reciben el apelativo de épicos, pero desde mi punto de vista amargado y misántropo lo único que veo es que satisfacen las fantasías masturbatorias de los lectores, poder, prestigio, fuerza y proezas dignas de Hércules que no significan nada, al menos para mi, y en un libro infantil encuentro lecciones mucho más duras y trascendentales.
La historia interminable es un libro maravilloso y una joya de la fantasía universal, es un privilegio, un honor y un placer acompañar a Bastian y a Atreyu en sus aventuras. Como bien dice el señor Wolfe (otro héroe personal mio) todavía hay espacio aquí en la fogata, siéntate a lado mío a escuchar lo que tenía que decir Michael Ende.
quizás no es tan infantil
ResponderEliminar