Esta es una novela de ciencia ficción escrita por el autor canadiense Robert C. Wilson. Anteriormente he dado mi opinión de otras obras de este autor, la última de ellas fue la antología The Perseids and other stories.
El mundo de Burning Paradise es muy parecido al nuestro, pero definitivamente no es el mismo. La trama se ubica en el 2015, el año en que se celebra el centenario del armisticio de la Gran Guerra. La Primera Guerra Mundial. La última gran guerra que se ha producido.
En este presente alterno nunca se llevo a cabo la segunda guerra mundial. Después de la guerra algunos científicos descubrieron una nube electromagnética ubicada en la estratosfera, la Radioesfera, la cual se podía utilizar para "rebotar" las señales de radio, eliminando la necesidad de inventar los satélites. Eliminando la necesidad de investigar el uso de cohetes, y un mundo donde la NASA, ni su equivalente ruso, fueron creadas.
Un hecho que los físicos no identificaron es que en realidad la radioesfera es una entidad gigantesca, la hipercolonia, la cual como un cuarto chino, puede modificar los mensajes trasmitidos.
Los seres humanos que conocen la verdadera naturaleza de la radioesfera se hacen llamar The correspondence society, y se encuentran en una lucha sin cuartel con la hipercolonia, que los intenta asesinar mediante agentes encubiertos, conocidos como sims o simulacros.
Una de las protagonistas es Cassie, una chica de 18 años, quien junto a su hermano Thomas quedo huérfana durante un ataque a la Correspondence society, siete años atrás. Ellos viven junto a su tía Ris. Una noche Cassie descubre a un extraño observar su departamento desde el otro lado de la calle. Al momento de cruzar la calle es atropellado, expulsando sus intestinos verdes por toda la calle, al no estar su tía Ris en la casa decide activar el procedimiento de emergencia y escapar de los agentes de la hipercolonia.
Ethan Iverson es un entomólogo famoso por su tratado filosófico llamado El pescador y la araña, también es un miembro de la Correspondence Society, quien se ha recluido por siete años sin contacto del exterior, hasta que un sim llega a su puerta con un críptico mensaje.
Disfruté la novela, aunque gran parte de ella es una road movie sin mucho chiste. Toda esa idea de integrar diversos elementos tales como un pasado alterno, alienigenas salidos de Invasión de los ladrones de cuerpos, y el thriller la convierten en una novela entretenida aunque olvidable. Todavía me falta por atacar las novelas más premiadas de Wilson, la trilogía Spin. Pero ya sera en otra ocasión.
¿Qué habría hecho Peter Watts con una premisa como esta? Definitivamente algo muy diferente.
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