Esta es una novela de ciencia ficción escrita por el autor estadounidense John Scalzi. La última obra que había leído de este autor fue La última colonia, el libro que concluye la trilogía de Old Man’s war. Me desagrado tanto que ya no leí su continuación, The human división.
Después Scalzi publicó Redshirts, una sátira de la serie de Star Trek, con la cual ganó el premio Hugo. Como no soy fan de Star Trek ni afecto al humor de Scalzi decidí no leerla. Al encontrarme la sinopsis de Lock in pensé que era una obra que me interesaría leer y puedo decir que no me sentí defraudado.
Scalzi no entrega la fecha donde se ubica la trama, pero en base a la extrapolación podemos deducir que es solo unos cuantos años en el futuro. Se desata una pandemia entre la población mundial, un virus que produce una meningitis aguda, que mata a millones de personas. Esta enfermedad aqueja a la esposa del presidente de Estados Unidos, por lo que es bautizada con su apellido, Haden.
De los enfermos Haden que se salvan, aproximadamente un 1% de la población mundial queda con daños cerebrales graves, 4 millones de personas tan solo en Estados Unidos, estas lesiones mantienen al enfermo consciente, pero quedan paralizados de todo el cuerpo. El gobierno de Estados Unidos decide invertir varios billones de dólares en encontrar la solución a este problema.
Se logran significativos avances en la interfaces cerebrales y se logra la creación de robots “proxis” controlados a distancia por los enfermos de Haden, estos robots son llamados threeps en la novela. Este invento lograr integrar a las personas que padecen la enfermedad de nuevo en la sociedad.
Todo esto es solamente el trasfondo de la novela, el congreso de Estados Unidos proclama que el enorme apoyo que reciben las personas que padecen Haden es anticonstitucional, por lo que deciden disminuir los apoyos a la población, esto ocasionaría que muchas personas no puedan costear el mantenimiento de sus threeps. Y la novela inicia en medio de una manifestación en contra de esta propuesta gubernamental.
El protagonista de la novela es un joven agente del FBI llamado Chris Shane, quien padece Haden, en su primer día de trabajo. Chris forma equipo con otra agente, Leslie Vann, que se especializa en casos que involucran a paciente con Haden.
En el primer día de labores de Chris le toca analizar un crimen producido en un hotel. Un sujeto desconocido fue encontrado con el cuello cortado, el único testigo es otro hombre en estado catatónico sentado en una cama, la escena del crimen fue descubierta por la policía cuando alguno de los dos lanzo un sillón por la ventana.
Los protagonistas descubren que el testigo/sospechoso es un hombre llamado Nicholas Bell, quien trabaja como integrador, nombre que reciben las personas que sufrieron la enfermedad Haden pero no quedaron convalecientes, sino que su estructura neuronal sufrió una modificación tal que los convirtió en sujetos idóneos para ser controlados a distancia por enfermos Haden. Estas personas viven “rentando” sus cuerpos a Haden pudientes, que se pueden dar el lujo de controlar un cuerpo vivo a distancia.
El problema es que la confidencialidad cliente-integrador es tal, que no pueden indagar que persona lo estaba controlando en el momento del crimen. Eventualmente el agente Shane se involucra en una intriga corporativa a gran escala, en donde está en juego el destino de las millones de personas que padecen esta enfermedad.
Realmente disfrute de la novela, me agrado que Scalzi no intentara alargarla de mas, introduciendo líneas narrativas superfluas, es corta, directa y se lee de un tirón.
También me agrado que el autor no agregara el fallido (en mi caso particular) humor estadounidense, tan desabrido. La novela es sobria, como cualquier thriller que se precie tiene buen ritmo, es inteligente y explora a detalle el cataclismico cambio en la sociedad que provocaría tal enfermedad.
Por casualidad estuve leyendo a dúo esta novela junto a The Peripheral, de William Gibson, que también lidia con el tema de los “proxis”, robots controlados a distancia. En donde esta novela es ágil y sencilla de leer, la otra es farragosa y lenta, sin embargo, la novela de Gibson entreteje varias capas de lectura mientras que esta es una novelilla olvidable, pero eso sí, ofrece bastante espacio donde desarrollar más obras.
Has despertado mi interés por la novela. Personalmente si que me gusta el estilo de Scalzi, incluso en cuanto a la parte de humor que suele agregar a sus novelas. Me gustará verlo en un texto más serio y directo.
ResponderEliminarGracias por la opinión.
El próximo año se publica su séquela "Head On".
ResponderEliminar