domingo, 29 de septiembre de 2013

'La trascendencia dorada', de John C. Wright

La trascendencia dorada. The golden trascendence. John C. Wright. 2003

La trascendencia dorada es un libro de ciencia ficción del autor norteamericano John C. Wright. Esta obra puede ser catalogada dentro del genero de Space Opera y es la novela final de la trilogía La edad de Oro, es precedida por La edad de oro y El fénix exultante.

Después de recuperar su descomunal nave de manos enemigas, Faetón se prepara a recibir a Jenofonte, el  agente de la Sofotec Nada, la inteligencia artificial originada en la única excursión interestelar humana, La Ecumene Silente, Nada está resuelta a destruir la Ecumene Dorada.

La trascendencia dorada es inminente, cuando todas las mentes humanas, sofotecs, robóticas y post-humanas se unirán temporalmente en una supermente para decidir el destino de la Ecumene Dorada para los próximos mil años.

Faeton emprende la cacería del sofotec Nada acompañado de su esposa, Dafne, el  arquetipo militar Atkins y su amigo neptuniano Diomedes a un lugar que no puedo mencionar para no echar a perder la trama.


Termina de forma satisfactoria esta entretenida trilogía, con la cual Wright se dio a conocer en el mundo de la ciencia ficción. Para entender porque el autor eligió escribir estas obras con un estilo tan barroco y melodramático es necesario revisar el nombre original de la primera novela en inglés, The golden age: A romance of the far future, un romance del futuro lejano.

Hay una escena en donde la entidad bélica de la Ecumene Dorada, Atkins rememora una escena de su niñez que me hizo mucha gracia. El cual me pareció un guiño al coronel Fedmahn Kassad, de los cantos de Hiperión.
El plan era que el tío Kassad yacería en el ataúd que enviaran para mi padre, y tomaría un retardador y se haría pasar por muerto, hasta quedar fuera del alcance de los monitores en el arroyo funerario. Entonces despertaría, disolvería el suelo hasta subir a la superficie, y partiría al sur en busca del intruso.Una vez que Kassad mató al intruso, lo apresaron y absorbieron a él, y vaciaron su mente en la de ellos. Una vez mi hermanastra, años después, tras las consolidaciones de la Confederación, dijo que vio un cuerpo que se parecía a mi tío, cuidando un árbol en las plantaciones del sur.
Termina Wright la trilogía de forma explosiva, solo hay un pelo en la sopa, el epilogo de la novela forma la tercera y ultima parte de la novela, y en esté se describen los destinos de los diferentes personajes, pero son tantos sofotecs que al final solo quería terminar o mínimo que la acción se encaminara de vuelta a Faetón.

Esta obra es la otra cara de la moneda respecto a la ultima novela que leí, Leviathan wakes, pues en esa novela la acción nunca se detiene, mientras que en La trascendencia dorada no ocurren muchas batallas espaciales, hablan más de lo que combaten, es más una confrontación de ideologías y filosofías, lo cual disfrute mucho.

Dentro de los temas tratados el que más llamo mi atención es la confrontación entre la seguridad de permanecer en el sistema solar y el de adentrarse a lo desconocido. Cuando los posthumanos se convierten en inmortales se vuelven cautelosos en extremo. La recomiendo, pero hay que leer las dos novelas que le anteceden primero.

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