El beso del exilio. The exile kiss. George Alec Effinger. 1991
Oh, un beso. Largo como mi exilio, dulce como mi venganza.
"Coriolanus", William Shakespeare
El beso del exilio es el tercer y ultimo libro dentro de la trilogía de Marid Audran, es una novela de corte cyberpunk ubicada en un poblado ficticio de Egipto, El Budayen, fue escrita por el ya fallecido autor estadounidense George Alec Effinger.
Originalmente Effinger tenia planeado continuar la serie con un cuarto libro, el cual se llamaría Word of night, pero su muerte impidió esto.
Para entender la trama es necesario leer con anterioridad las dos novelas que le anteceden: Cuando falla la gravedad y Un fuego en el sol.
Originalmente Effinger tenia planeado continuar la serie con un cuarto libro, el cual se llamaría Word of night, pero su muerte impidió esto.
Para entender la trama es necesario leer con anterioridad las dos novelas que le anteceden: Cuando falla la gravedad y Un fuego en el sol.
En el tercer libro de la serie volvemos al Budayen, el ficticio poblado del Medio Oriente donde se lleva a cabo la novela. En este futuro los Estados Unidos de Norteamérica y Rusia han sufrido sus respectivas balcanizaciones y son los países del Medio Oriente los que controlan el destino de las naciones.
Es en esta ciudad donde se desarrollan las aventuras de Marîd Audran, antiguo camorrista y detective privado, quien se ha convertido en la mano derecha de Friedlander Bey, el principal mafioso de ese lugar.
En el primer libro, Marîd es forzado por Friedlander Bey a someterse a una cirugía cerebral con el fin de agregarle implantes de hardware experimentales, los cuales le otorgan muchas habilidades interesantes tales como modificarse el ritmo circadiano, eliminar los efectos del alcohol y las drogas en su cerebro, así como calmar los síntomas de la sed y el hambre, todo un superhombre con la ayuda del wetware.
La independiente vida de Marîd se ve afectada seriamente cuando Bey le confiesa que es su padre biológico, lo convierte en teniente de la policía y lo casa contra su voluntad con Indihar, la viuda de su compañero policía Jirji Shaknahyi.
Al principio de la novela, Friedlander Bey y Marîd son secuestrados por el teniente Hajjar, y son colocados en una lanzadera suborbital, salen literalmente expulsados del Budayen y tienen prohibido regresar bajo pena de muerte.
Se convierte en responsabilidad de Marîd sobrevivir al inclemente desierto, mantener a Friedlander Bey con vida, regresar al Budayen y cobrar venganza contra sus enemigos.
Es en esta ciudad donde se desarrollan las aventuras de Marîd Audran, antiguo camorrista y detective privado, quien se ha convertido en la mano derecha de Friedlander Bey, el principal mafioso de ese lugar.
En el primer libro, Marîd es forzado por Friedlander Bey a someterse a una cirugía cerebral con el fin de agregarle implantes de hardware experimentales, los cuales le otorgan muchas habilidades interesantes tales como modificarse el ritmo circadiano, eliminar los efectos del alcohol y las drogas en su cerebro, así como calmar los síntomas de la sed y el hambre, todo un superhombre con la ayuda del wetware.
La independiente vida de Marîd se ve afectada seriamente cuando Bey le confiesa que es su padre biológico, lo convierte en teniente de la policía y lo casa contra su voluntad con Indihar, la viuda de su compañero policía Jirji Shaknahyi.
Al principio de la novela, Friedlander Bey y Marîd son secuestrados por el teniente Hajjar, y son colocados en una lanzadera suborbital, salen literalmente expulsados del Budayen y tienen prohibido regresar bajo pena de muerte.
Se convierte en responsabilidad de Marîd sobrevivir al inclemente desierto, mantener a Friedlander Bey con vida, regresar al Budayen y cobrar venganza contra sus enemigos.
Siempre he sentido un especial cariño a esta trilogía ciberpunk, en primer lugar, porque se aleja de los clichés tan implantados en el género, en los cuales todos los protagonistas son caucásicos o asiáticos, y está exento de la japonofilía tan cansina que afecta a tantos autores.
Lo más interesante de la novela es precisamente su protagonista, Marîd, nacido en el Magreb. Un hombre de tez oscura y barba pelirroja, pues su padre era francés, según le conto su madre, aunque como era prostituta esta información la tomaría con dos pizcas de sal.
Marîd dice que es valiente, pero cuando leemos lo que hace descubrimos que es bastante cobarde, dice ser sagaz y conocedor de la naturaleza humana, pero lo vemos darse de topes con problemas que el lector resuelve a la primera. Aun así, es encantador precisamente por sus defectos, lo hacen ver como un hombre de carne y hueso, real, no un superman musulmán.
Otro dato curioso que me gusto es su nombre, Marîd significa enfermedad en árabe, debido a que entre los musulmanes más ignorantes existe la creencia de que los djinn buscan lastimar a los niños más simpáticos o con el nombre más bonito.
Otro detalle que me agrada es el Budayen, esta peligrosa y brava ciudad recuerda a las zonas más conflictivas y peligrosas de Nueva Orleans, ciudad donde vivía el autor. Y a pesar de las limitaciones del genero ciberpunk, uno no puede dejar de pensar que los personajes son inmensamente reales, viviendo sus vidas, penurias y triunfos fuera del ojo del lector.
Es una lástima que las drogas y el alcohol hayan acabado con la vida de este prometedor autor, pero como dice el dicho “Ars longa, Vita brevis”.
Lo más interesante de la novela es precisamente su protagonista, Marîd, nacido en el Magreb. Un hombre de tez oscura y barba pelirroja, pues su padre era francés, según le conto su madre, aunque como era prostituta esta información la tomaría con dos pizcas de sal.
Marîd dice que es valiente, pero cuando leemos lo que hace descubrimos que es bastante cobarde, dice ser sagaz y conocedor de la naturaleza humana, pero lo vemos darse de topes con problemas que el lector resuelve a la primera. Aun así, es encantador precisamente por sus defectos, lo hacen ver como un hombre de carne y hueso, real, no un superman musulmán.
Otro dato curioso que me gusto es su nombre, Marîd significa enfermedad en árabe, debido a que entre los musulmanes más ignorantes existe la creencia de que los djinn buscan lastimar a los niños más simpáticos o con el nombre más bonito.
Otro detalle que me agrada es el Budayen, esta peligrosa y brava ciudad recuerda a las zonas más conflictivas y peligrosas de Nueva Orleans, ciudad donde vivía el autor. Y a pesar de las limitaciones del genero ciberpunk, uno no puede dejar de pensar que los personajes son inmensamente reales, viviendo sus vidas, penurias y triunfos fuera del ojo del lector.
Es una lástima que las drogas y el alcohol hayan acabado con la vida de este prometedor autor, pero como dice el dicho “Ars longa, Vita brevis”.
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