El cuento de la criada. The handmaid's tale. Margaret Atwood. 1985
El cuento de la criada es una novela de ciencia ficción que se puede catalogar dentro de la corriente distópica, de la autora canadiense Margaret Atwood.
Atwood es una escritora de ficción contemporánea a la cual le molesta ser encasillada dentro de la ciencia ficción, a pesar de tener algunas novelas con claro corte posapocalíptico y referencias de ciencia ficcion, tales como El asesino ciego, Orix y Crake, y El año de la inundación.
Así como Un mundo feliz de Huxley detallaba los limites de la eugenesia y la masificación de la cultura, y 1984 de Orwell lidiaba con el autoritarismo extremo y la perdida de la memoria colectiva, El cuento de la criada de Atwood maneja con maestría otra faceta de la novela distópica, la misoginia o el desprecio hacia las mujeres.
Esta novela fue escrita en 1985, solo 6 años después de la revolución iraní, la cual trajo el derrocamiento del Sah Mohammad Reza y la instauración (hasta nuestros días) de la República Islámica. La cual impone estrictas reglas para las mujeres tal como la Sh'aria. Atwood visitó Irán y Afganistán, y es probable que haya quedado impactada por el choque cultural.
Unos ataques de Oriente a EEUU provocan una paranoia extrema, y junto a un decaimiento en el número de nacimientos habilitan que un régimen teocratico se apodere del gobierno. La acción se lleva a cabo en la República de Gilead, lo que alguna vez fue la ciudad de Detroit.
La protagonista de la novela es una mujer de 33 años llamada Defred, el cual no es un nombre verdadero, sino una declaración posesiva, "de Fred", el hombre a quien pertenece. El primer paso para quitarle su humanidad a una persona y volverla un objeto es arrebatarle su nombre.
Defred es una criada, un útero prestado, su única función es proveerle un hijo a una pareja que no puede tenerlo. Tan solo para descubrir la liturgía realizada para lograr el embarazo vale la pena leer la novela.
Todas las mujeres de Gilead cumplen una función, que es reflejada por su vestimenta. El color rojo de los vestidos, con una toca blanca para las criadas. El gris para las tías, las estrictas mujeres que inculcan la obediencia y docilidad a las criadas. Las esposas con sus vestidos azules, las martas son las cocineras y nanas.
Los sacerdotes católicos, médicos de clínicas de aborción cuelgan sobre los muros, con el fin de recordar a los demás lo que les sucede a quien no enmienda el camino.
Offred tiene una vida asfixiante, intentado embarazarse del hombre para la cual es solo una posesión, y tratar de no recordar que tiene una hija y un esposo muertos, o desaparecidos.
El sufrimiento, el aburrimiento y la desesperanza son retratados con ojo clínico por la pluma de la autora. La sublime cadencia de su obra nos recuerda que es una laureada poetisa y escritora.
Batalle un poco con la novela, pero el problema se deba quizá a que no me gusta el genero distópico. La actitud del personaje principal es demasiado pasiva, pero eso es debido a que esta escrita en forma realista, sin heroísmos, no Deus ex Machinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario