Está es una colección de once relatos cortos de horror/misterio escritos por la autora argentina Mariana Enríquez. Publicado en Febrero del 2016 por Anagrama.
La última recopilación de relatos de horror que leí fue North american lake monsters de Nathan Ballingrud, recuerdo muy bien que en esa ocasión mencioné que el horror es un género que se amplifica cuando la situación de los protagonistas es desesperada, de opresiva pobreza. Esa característica aplica también para algunos relatos de esta colección.
En el relato que abre la colección, El chico sucio, un joven se empeña en vivir en una antigua casa lujosa de su familia, que ahora se localiza en un barrio bravo. El familiar color de los cultos narcosatanicos hace su aparición. Uno de esos relatos que te dan ganas de bañarte después de leerlo.
En La hostería, un par de chicas acompañan a su madre a una finca donde se cometieron algunas atrocidades en el pasado. No está mal, tampoco impresiona.
El tercer relato, Los años intoxicados, se narra como unas adolescentes les encanta drogarse y cometer pequeñas fechorías. Uno de los más flojos de la colección.
La casa de Adela narra la amistad de una chica con una amiga quien solo tiene un brazo, y su obsesión con una casa embrujada.
En Pablito clavo un clavito: Una evocación del petiso orejudo, se narra la historia de un soprendente asesino en serie famoso en Argentina, pues solo tenía 9 años.
El sexto relato, Tela de araña, una joven visita a unos parientes junto a su pareja, como en una epifanía se da cuenta del sutil abuso del que sufre. Más horror existencial que otra cosa.
Fin de curso narra como una chica se automutila porque afirma que un ser sobrenatural se lo ordena. ¿Esquizofrenia o un evento maléfico? Depende del lector.
En Nada de carne sobre nosotras se narra la obesión de una chica con una calavera. Demasiado corto para mi gusto.
El noveno relato, El patio del vecino, es un relato más ortódoxo de horror, acerca de una mujer que piensa que en el terreno vecino hay alguien que mutila personas.
Bajo el agua negra es un relato con influencias de horror cósmico, la protagonista es una iglesia maldita en un barrio pobre. Efectivo.
En Verde rojo anaranjado, una mujer descubre lo que es la deep web, debido a que su hermano es un hikikomori.
El relato que cierra la colección y el cual le da nombre, narra como algunas mujeres argentinas comienzan a autoflagerse prendiendose fuego. Sutil y perturbador, como me gustan.
No es casualidad que muchas de las protagonistas sean mujeres jovenes, ni que vivan en condiciones de pobreza, o en relaciones tóxicas, o con el miedo de ser atacadas. Esa es una realidad en Latinoamerica para muchas de ellas. Mariana Enríquez es la voz de ellas. Hay miedo en los relatos, sí, pero también hay enojo, más enojo que miedo diría yo.
Sólida colección de relatos, que ni en sueños pudiera haber sido escrita por un hombre, o por alguien que no es Latinoamericano, o por alguien adinerado. Disfruté mucho los relatos, espero leer más material de esta gran autora.