Las puertas de Anubis (The doors of Anubis, 1983) es una novela de fantasía del escritor norteamericano Tim Powers. Esta novela ganó el premio Philip K. Dick ese mismo año.
Powers es uno de los mejores escritores norteamericanos de fantasia, y algunas de sus obras son:
En costas extrañas, Escencia Oscura, Cena en el palacio de la discordia, La fuerza de su mirada, La ultima partida, Declara, etc.
A principios del siglo XIX en la ciudad de Londres, un grupo de hechiceros planean traer desde los tiempos inmemoriales a los dioses egipcios, con la finalidad de destruir el imperio británico. En represalia por la imposición británica en Egipto y la supresión de las adoraciones a los antiguos dioses.
Los hechiceros Amenophis Fikee y el Dr. Romanelli, bajo el mandato de El Amo, el hechicero más viejo y poderoso del mundo, buscan abrir las puertas de Anubis utilizando el libro de Toth.
Romanelli deja un ka suyo (un ka es una copia exacta de alguien lograda mediante taumaturgia) al cual llaman Dr. Romany, debido a que tiene que atender unos asuntos en Egipto.
Para decirlo amablemente, las cosas no siempre suceden como se planean.
En 1983, el profesor norteamericano y especialista en las obras de los poetas románticos del siglo XIX, Brendan Doyle, recibe una invitación por parte del excéntrico millonario J. Cochran Darrow, para que acuda a Londres con urgencia.
Alli, Darrow le explica que mediante física cuántica han logrado estabilizar algunos portales temporales hacia el pasado, ignorando que esto es resultado del intento fallido de los hechiceros egipcios, y necesita a Doyle para llevar a un grupo de millonarios a una conferencia que dará el poeta inglés Samuel Taylor Coleridge. en 1810.
El Dr. Romany recibe información por parte de sus espías acerca de estos extranjeros, y logra secuestrar a Brendan Doyle. Mediante amenazas, logra sonsacarle un poco de información, pero antes de recabar más datos mediante tortura, Doyle logra escapar.
Extraviado en un país extranjero, en el siglo XIX, sin amigos ni dinero, Doyle intenta sobrevivir mientras encuentra la forma de regresar al siglo XX. Sin saber que el Dr. Romany ha movilizado a sus huestes gitanas con el fin de encontrarlo.
Romany es ayudado también por Horrabin, un diabólico payaso líder de una guilda de ladrones y limosneros, al cual le gusta dejar lisiados a sus empleados, ya saben, para que su sufrimiento luzca más real.
Estaría mintiendo su dijera que Las puertas de Anubis es una obra complicada y llena de profundidad. Pero esta novela no necesita esas características para hechizar a los lectores. Sin embargo, es en este punto donde radica el triunfo de esta novela, no es un libro, sino una montaña rusa, sin frenos ni agarraderas.
Hay tantas cosas que discutir del libro que no se por donde empezar, el problema es que hecharía a perder la lectura a quien se adentre en la novela.
Powers no se detiene a contemplar el paisaje ni por un momento, el libro es un vehículo que solo tiene una marcha, "overdrive", no tiene frenos y se le quedo atascado el acelerador.
De lo más entretenido de la literatura fantastica que me ha tocado leer.