Ésta es la tercer novela dentro de la serie de Geralt de Rivia, para disfrutarla plenamente es recomendable leer con anterioridad la primer novela, El último deseo, así como La espada del destino.
En La sangre de los elfos, el brujo Geralt de Rivia toma como protegida a Ciri, la heredera del reino de Cintra, pagando una promesa hecha con anterioridad. Y la lleva a Caer Morhen, la fortaleza de entrenamiento de los brujos, con la finalidad de entrenarla en la artes marciales y de hechicería.
Con ayuda de la hechicera Triss Merigold, una amiga de Yennefer, la pareja de Geralt, Ciri pasa los días en la vieja fortaleza recibiendo entrenamiento mágico.
Con ayuda de la hechicera Triss Merigold, una amiga de Yennefer, la pareja de Geralt, Ciri pasa los días en la vieja fortaleza recibiendo entrenamiento mágico.
Después de un tiempo, Triss y Geralt llevan a Ciri a Ellander, donde podrá iniciarse en las artes mágicas de la mano de Yennefer. Después de dejar a Ciri, Geralt se dirige a Redania a dar caza a un hechicero llamado Rience, el cual busca a Ciri con el fin de asesinarla.
Los comando élficos de Scoia Tael se rebelan contra el dominio humano, dando lugar a que se desaten baños de sangre contra los elfos en las ciudades humanas.
Esta situación es aprovechada por el imperio de Nilfgaard, ya que está aliado con un comando élfico de conscriptos, llamado "Las ardillas", mientras Nilfgaard prepara la ofensiva contra el atribulado imperio norteño.
Los comando élficos de Scoia Tael se rebelan contra el dominio humano, dando lugar a que se desaten baños de sangre contra los elfos en las ciudades humanas.
Esta situación es aprovechada por el imperio de Nilfgaard, ya que está aliado con un comando élfico de conscriptos, llamado "Las ardillas", mientras Nilfgaard prepara la ofensiva contra el atribulado imperio norteño.
Esta tercer novela de Geralt de Rivia cambia su estructura de forma sustancial, con respecto a las anteriores. De ser una recopilación de cuentos, como los dos primeros libros, se convierte en una novela formal.
Las desventuras de Geralt se distancian mucho de la fantasía épica, el punto de vista de Geralt siempre es cínico, melancólico e insolente. Los pogromos contra los elfos recuerdan las masacres contra los gitanos o los judíos en la Europa central.
¿Qué puede esperar el lector de fantasía en La sangre de los Elfos?:
El carisma excéntrico de Geralt, un humor adulto y descarado, dilemas morales sin solución sencilla, acción a raudales, sutiles comentarios a la condición humana y aventuras extravagantes.
No hay elfos sonrientes, bellas princesas o valerosos caballeros aquí, sólo elfos asesinos fuera de sí, violentas princesas y caballeros cansados del mundo, tal como protagonistas de novela detectivesca. Recomendado para el lector de fantasía que desea salir del cliché.
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