martes, 26 de mayo de 2020

North american lake monsters, de Nathan Ballingrud

Desde hace algunos años me he introducido poco a poco en el mundo del weird horror. Mi escritor favorito de este subgénero sigue siendo Laird Barron, pero existen otros autores interesantes, tales como Caitlin R. Kiernan, John Langan, Thomas Ligotti, etc.

Fue precisamente por Barron, un autor muy magnánimo, quien frecuentemente promueve a autores poco conocidos del género, que descubrí a Ballingrud.

Aunque esta colección sea el debut de este autor, se siente realmente como una obra bastante solida, producto de un autor que lleva ya bastantes años luchando contra el procesador de palabras. Publicada en el 2013, el autor tiene bajo el cinturón dos colecciones más recientes (The visible filth, 2015. Y Wounds:Six stories from the border of Hell, 2019)

En español solamente existe una antología de seis relatos publicada por la extinta editorial Fata Libeli, Ecce Monstrum: un bestiario contemporáneo en el 2016.

Sin más preámbulos,  la colección esta compuesta de nueve relatos, el cuento corto que la abre, You go where it takes you, comparte el mismo tema que casi todos los demas relatos, la deseperación que provoca la pobreza: una mesera atrapada en un trabajo sin futuro, quien trabaja en un merendero ubicado en el cinturón de pobreza norteamericano, conoce a un hombre en fuga, perseguido por fuerzas sobrenaturales. Para mi gusto, la historia termina antes de arrancar, pero lo hace de una manera tan sorpresiva, que se perdona el abrupto.

El segundo relato, Wild Acre, narra el ataque de un ente sobrenatural a los trabajadores de una construcción condenada al fracaso. Aun si este evento fantástico es aterrador, el autor se enfoca en un horror diferente, el que encaran los sobrevivientes.

S.S. fue uno de los relatos que más me agradó, un desesperado joven norteamericano es convencido de integrarse a las filas de un grupo neonazi. De nuevo, hace su aparición el verdadero monstruo detras de la obra de Ballingrud, la terrible desesperanza que produce la pobreza y la ignorancia.

The Crevasse fue un relato escrito a dueto con el autor norteamericano Dale Bailey, narra una infernal expedición en Antártica, muy buen relato que se siente más "al uso" que los demas, con influencias lovecraftianas.

The monsters of heaven es un relato demoledor, sobre todo para los lectores con hijos, narra el robo de un infante en un parque, mientras su padre dormitaba, y el espectacular declive de la relación entre el hombre y su esposa. Aterrador de formas inesperadas.

Sunbleached es un relato de horror más en forma, menos experimental pero más efectivo, un adolescente descubre que un vampiro ha tomado posesión del sotano de su casa. Y hace lo que cualquier adolescente desesperado haría, le pide que lo convierta en uno de ellos.

El relato que le da nombre a la colección, North American Monsters, es menos horror y más fantasía oscura. Una familia tiene contacto con una crisálida de procedencia alienígena. 


En The way station, un indigente revive el huracán Katrina en un alucinatorio viaje a traves de sus recuerdos. Uno de los relatos que más me agrado.

En el relato final, The good husband, un hombre lidia con las consecuencias del suicidio de su esposa, de una forma inesperada.

Una inesperadamente solida recopilación de relatos. Hay algo muy honesto en los relatos de Ballingrud, quizá por el hecho de vivir en Nueva Orleans y atestiguar la pobreza y la desesperación de muchas personas. La narrativa es dura y veraz. Hay horrores más alla de la comprensión humana, pero los horrores rutinarios, de la desesperanza, de la pobreza, amplifican por mil todo ello.

Esta colección no podría haber sido escrita por alguien de California o de Nueva York, o por Stephen King. Es algo escrito por alguien que ve la desesperación generalizada en los ojos de todos los humanos con que se topa día a día. Encuentro este tipo de horror muy refrescante, la clase trabajadora estadounidense, tan olvidada en la literatura, como protagonista de todo tipo de horrores.

Que agradable sorpresa es encontrarse con buenos autores, asi de la nada.

domingo, 24 de mayo de 2020

Gnomon, de Nick Harkaway

Gnomon. Nick Harkaway. 2018

Hola amigos. He leído un montón de libros y mangas en este tiempo, y espero retomar las reseñas en forma. O al menos publicar de forma más estable.

Soy fiel lector de Adam Roberts, un escritor y profesor de literatura britanico, cuyo estilo de escritura me agrada y me entretiene. Incluso lo sigo en las redes sociales. Roberts hace reseñas de libros en The Guardian, y fue a través de él que me enteré de la obra de Harkaway.

Y no me arrepiento.

Después de leer a Harkaway, uno entiende que se enfrenta a un escritor muy interesante, obsesionado con temas relevantes en el presente, como la obsesión privada y gubernamental de monitorear todo el tiempo a la ciudadanía. 

La etimología griega de gnomon significa "él que sabe o él que examina" y esto aplica al gobierno britanico en la novela, convertido en un Panotpicón, monitoreando en tiempo real a todos los ciudadanos, un par de decenas de años en el futuro, y el termino aplica también a la protagonista de la novela, Mielikki Neit, una detective britanica involucrada en algo mucho más grande que ella.

Gnomon es también el herramental en forma de triángulo con el que los relojes de sol dan la hora, este triángulo asemeja la aleta de un tiburón, otro de los temas de la novela.

La novela empieza de forma fenomenal, con la muerte de una mujer, Diana Hunter, mientras la policia le practicaba una revisión intracraneal a sus recuerdo, en busca de evidencia de un crimen. Diana es una ermitaña, una refusenik, una persona completamente en contra del estado de vigilancia continuo al que estan sujetos los ciudadanos ingleses. No tiene smartphone, dispositivos inteligentes o computadoras en su hogar. Su casa es literalmente una jaula de Faraday. Un hoyo negro insondeable dentro de una sociedad llena de cámaras y drones.

Aquí empieza el autor a jugar con uno de los temas principales de la novela, la vigilancia. Si el gobierno no puede ver a traves de los ojos de Diana, si no puede rastrearla por GPS, si no puede espiar sus conversaciones, entonces le abrirá la cabeza para ver que hay dentro. 

Cuando a la detective Mielikki se le asigna el caso, debe hacer algo verdaderamente anormal, reproducir en su mente la "grabación cerebral" de Diana y encontrar si su muerte fue accidental, o provocada por el mismo stress del interrogatorio. Esto provoca que su mente comience a confundirse entre sus propios recuerdos y los de Diana, e incluso que comience a dudar de su realidad externa. 


Lo que inicia como una suculenta trama detectivesca ubicada en el futuro próximo se convierte en algo extraño y debo admitir, también en algo más cansado.

Dentro de la cabeza de Diana Hunter hay más personas: el corredor de bolsa griego, Constantin Kyriacos, quien sufre un encuentro mistico con un tiburón blanco mientras nadaba en las costas griegas. Esta sección admito que es la que más me gusto, por ser la más comica. Y pienso que Constantin merecía su propia novela. Compartiendo el protagonismo, también descubrimos a una alquimista carteginesa llamada Athenais Karthagonensis, quien es obligada a realizar un acto imposible. Berilun Bekele, un pintor etiopí expatriado en Inglaterra, quien participa en la creación de un juego de realidad virtual con graves consecuencias para el futuro de los londinenses. Así como mi personaje favorito, Gnomon, una entidad alienígena pesadillezca proveniente del futuro lejano. 

Gnomon, para mí, es un ejemplo de que siendo menos pudo haber sido más. He intentado no dar más datos que los que pudieran aparecer en la contraportada de la obra. Pero debo advertir a los posibles lectores que a cada personaje se le asigna su espacio, y es como si leyeramos 5 mini-novelas pegadas con cinta canela, en una especie de Frankestein literario. 

Aun así, disfrute como enano de la habilidad del autor para narrar escenas realmente fuera de serie. Una comica y perturbadora y sorpendente mezcla de estilos y de temas, con influencias de Ballard, de Neal Stephenson, de Philip K. Dick y mucho autores más que escapan de mi conocimiento.

Gnomon, la novela y el personaje, son un monstruo enorme, con el que algunos lectores sin stamina se den por vencidos, en lo que a mi respecta, espero impaciente la próxima novela de Harkaway.   

Las cosas que perdimos en el fuego, Mariana Enriquez

Está es una colección de once relatos cortos de horror/misterio escritos por la autora argentina Mariana Enríquez. Publicado en Febrero del ...