miércoles, 22 de julio de 2015

La posibilidad de una isla, de Michel Houllenbecq

La posibilidad de una isla. La Possibilité d'une île. Michel Houllenbecq. 2005

"La gente crea polémicas para vender sus programas de televisión, cierto tipo de revistas... Yo utilizo eso, pura y simplemente, porque soy entrevistado en esos medios y hablan de mi obra según esos mecanismos."

Al principio pensé en escribir "Houllenbecq es un provocador". Pero no seria correcto afirmar tal cosa, creo que la forma correcta de abordar esto seria decir que Houllenbecq se gana la vida escribiendo libros provocadores. Y como toda persona encargada de mover el avispero siempre esta en busca de un panal más grande.

Cuando acabe la obra me sentí cambiado, nunca había digerido tal cantidad de rabia e impotencia. Como si el autor hubiera usado bilis en lugar de tinta, me puse a buscar reseñas en la red y descubrí que a muchos seguidores del francés acusándolo de auto-plagio,  repetición, agotamiento, "Houllenbecq no tiene nada nuevo que decir".

Como buen obsesivo compulsivo que soy conseguí su primera novela, Ampliación del campo de batalla, y efectivamente descubrí que Houllenbecq repite un manojo de temas. Como la mayoría de los seres humanos, en realidad solo esta interesado en un puñado de temas básicos: la vejez y todos los problemas que conlleva, el desfase generacional, las sectas, la degradación cultural de la sociedad y la muerte.

El protagonista de la novela es Daniel, una especie de alter ego del autor, un comediante francés que gana una fortuna dirigiendo películas guarras y racistas, Daniel tiene una esposa guapa e inteligente, una mansión en Almería y  una buena "reputación artística".

Pero al mismo tiempo se desarrolla otra linea argumental protagonizada por Daniel-24 y posteriormente por Daniel-25, clones del protagonista, varios cientos de años en el futuro, el mundo se encuentra poblado por un puñado de seres quienes se denominan neohumanos, aunque también existen seres humanos salvajes, quienes han perdido todo rastro de civilidad.

El Daniel de nuestra época se involucra con una secta llamada los elohim, quienes son parte de las cosmologia de los raelianos. Estos orates tienen entre sus filas a un grupo de científicos que buscan la creación de ADN artificial y buscan mediante la clonacion "inmortalizar" a sus agremiados.

¿Es Houllenbecq un Zaratustra de clase media? ¿El profeta de la vulgaridad? La verdad es que me importa un carajo, debajo de la degradación, el machismo y la burla se alcanza a atisbar una compasión muy saludable, debajo de la piel tatuada de rockstar hay un moralista pornográfico, como Sade. Me hace gracia leer a un viejo nihilista y agresivo.



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